Conoce

El restaurante
Las Gitanillas

La historia del restaurante las gitanillas

"Apostamos por la gastronomia de nuestra tierra"

Nace en el barrio san isidro de Estepona un bar de comidas. Sin pretensiones, 300 cubiertos diarios servido a trabajadores con la honestidad de un producto cocinado a fuego lento. Miércoles de rastro. 400 cubiertos. Años 70. Una familia de barrio de las de antes. Para las buenas y para las malas. Juntando peseta a peseta sueños de futuro, que era sencillamente vivir y ver la familia crecer.

En medio de este escenario, Paco Bazán, hijo de Francisco Bazán Hormigo y María Peña Gil, aprendió desde temprana edad, tanto detrás como delante de la barra, junto a sus padres. Como si fuera un juego divertido, aprendió entre chiflidos de vapor cómo servir café de cuatro en cuatro. A menudo iba con su maestro, su padre, a recoger limones, patatas, aguacates o a comprar pescado en la lonja.

Con las ganas de crecer, nace Restaurante Paula. Homenaje a su abuela, donde aplica buen hacer y criterio como restaurante en la región. Sonado por la provincia y con muchas historias que escribir. Da en la tecla de la gastronomía esteponera.

Tras el éxito en la avenida Andalucía 221, en el verano de 2004, Paco abrió las puertas del Restaurante Las Gitanillas. Hoy en día, es conocido como un lugar con diversos ambientes, una carta completa y equilibrada con productos frescos de la lonja, de nuestra huerta y alrededores, y una selección de vinos de la región, entre otras delicias. Paco, que siempre ha estado al lado de su esposa, María Cano, no está solo en esta aventura. Sus hijos siguen el legado de todo lo que aprendieron. Esta cuarta generación, después de más de una década a las afueras, comprendiendo el significado de la palabra servicio entre idiomas y culturas, intentan apostar por la cercanía y la sencillez. Se trata de Gema Bazán y Javier Bazán, quienes siguen con el negocio familiar.

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Paellas